No podemos soportar el espectáculo de la belleza

Belleza: del griego, kállos, kalli, belleza, kalón, bondad del latín venustas.
La belleza es un concepto, una cualidad presente en una cosa, objeto o persona que produce un placer intenso a la mente, y proviene de manifestaciones sensoriales. Podría definirse como el esplendor de la forma a través de la materia.

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ficcialidad es acerca de la diferencia inexistente
y la extraña concepción fragmentada
de una ficción y su realidad,
o al revés.
 
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Ante el instante universal de lo que dura un resplandor nos suspendemos para estar al menos en ese tiempo, presentes. En la quietud suave y vibrante, en el viento accidental y de improviso, en el reflejo que abarca y que busca, en la precisa curiosidad del gato, belleza en la observación y respuesta de otra existencia. La belleza fuera de término, la expresión viva de un cuerpo, del ser. Lo natural y lo inmenso, la belleza supervivencia, el equilibrio paciente. Inexplicable y distinta, que nace o que muere, lo abarca todo y expande su esencia, encanta, resiste. Batalla los mundos las otras miradas presencia mutante sin alternativas, se expande, se rinde, se multiplica reproduce diversifica en miles y miles y miles de otros.

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«Por las heridas de la flor sangra belleza» dice Rafael y se sienta a ver morir la rosa. 
Ante el tiempo breve y eterno del espectáculo final se desliza el registro con paciencia. 
No se abruma, está vivo, observante.

En el mundo las paredes de hormigón estallan en bloques políticos pesados y asesinos; hay misiles que destrozan personas. En la tierra a animales en manada les exprimen las arterias y les cortan la cabeza. Comen granos y gritan. En la arena las tortugas se intoxican y los huevos sobreviven en las manos tibias de una chica. En el fuego la madera se transforma y es carbón y herramienta de alimentos mientras quema otra existencia. En la ciudad desaparecen las personas, otras duermen en la calle y otras toman precauciones. En cualquier parte igual, se quiebra todo a la vez que renace.

La ancha rosa abierta empieza a deshojarse. Inclinada lánguidamente al borde del vaso, deshace con lento frenesí sus entrañas purísimas, y uno a uno, en el largo silencio de la estancia, van cayendo sus pétalos temblando.

Fuente congelada sobre los rosales, Plaza San Martín, Córdoba, s/f.

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#1 No podemos soportar el espectáculo de la belleza, sino breves momentos
está escrito a partir de la lectura de La Rosa, de Rafael Barrett, del libro La última primavera y otros cuentos breves.


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Ficha técnica y construcción:


1. Este intercambio quincenal es una colaboración de ficcialidad.xyz con bombal. 


2. Todos los títulos de estas ficcialidades son fragmentos reales de textos de libros de bombal.


3. La incorporación o no de lenguaje inclusivo se expresa de manera libre, aleatoria y manifiesta con la intención de no partir de un incluir a qué, cuando el todo es también y a la vez la toda.

 

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